^{Foto: Ana Estrada, psicóloga y activista por la eutanasia, logró acceder a una muerte digna cuatro años después de haber iniciado el proceso judicial}

En un acontecimiento sin precedentes, Perú ha llevado a cabo la primera aplicación legal de eutanasia en el país, otorgando a una paciente con una enfermedad degenerativa el derecho a una muerte digna. Este acto marca un hito en la historia de los derechos humanos y la autonomía personal en la nación sudamericana.

Ana Estrada, paciente de polimiositis, murió el domingo 21 de abril, luego de acceder a la eutanasia, confirmó su abogada, Josefina Miró Quesada, a través de un comunicado de prensa. De acuerdo con la letrada, la activistafalleció “bajo sus propios términos” y “conforme a su idea de dignidad”.

El procedimiento médico se realizó conforme al “Plan y Protocolo de Muerte Digna” aplicable a Ana, que fue aprobado por el Seguro Social de Salud (EsSalud), luego de que el Poder Judicial emitiera una histórica sentencia a su favor, el 23 de febrero de 2021, la cual fue luego ratificada por la Corte Suprema el 14 y 27 de julio del 2022.

La decisión final del gobierno de permitir este procedimiento refleja un cambio significativo en la percepción pública y legal sobre el fin de la vida y el sufrimiento humano.

El procedimiento se realizó en estricta conformidad con las leyes y regulaciones peruanas, asegurando que todos los protocolos médicos y éticos fueran seguidos.

La comunidad médica y los defensores de los derechos humanos han acogido este evento como un paso adelante en el reconocimiento de la dignidad y la voluntad de los individuos que enfrentan enfermedades incurables y dolorosas.

Este caso ha abierto un debate nacional sobre la eutanasia y ha impulsado discusiones sobre la necesidad de una legislación más comprensiva que aborde los derechos de los pacientes terminales. Mientras tanto, el gobierno peruano ha reafirmado su compromiso con el respeto a la vida y la protección de los derechos fundamentales de sus ciudadanos.

A.P

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Vendajes de marcas reconocidas contienen químicos peligrosos, revela estudio

Un reciente informe ha sacudido la industria de los productos de primeros auxilios al revelar que vendajes de algunas de las marcas más reputadas, como Band-Aid y Curad, contienen niveles alarmantes de sustancias químicas permanentes.

Pruebas exhaustivas

Este descubrimiento proviene de pruebas meticulosas llevadas a cabo por un destacado organismo de control, que identificó la presencia del químico flúor en una amplia gama de vendajes disponibles comercialmente.

La toxicóloga Linda Birnbaum, anterior directora del Programa Nacional de Toxicología, expresó su preocupación por los resultados, especialmente por el contacto directo de estas sustancias químicas con heridas abiertas.

El riesgo de las curitas en heridas abiertas

Birnbaum afirma que la exposición a los químicos PFAS a través de vendajes representa un riesgo significativo, ya que estos compuestos tienen la capacidad de penetrar en el torrente sanguíneo y acumularse en tejidos sanos. Una vez dentro del cuerpo, los PFAS pueden causar daños considerables al sistema inmunológico, así como a órganos vitales como el hígado y los riñones.

Este hallazgo pone de manifiesto la necesidad de una regulación más estricta y una revisión exhaustiva de los productos de cuidado de la salud, para garantizar la seguridad y el bienestar de los consumidores.

A.P

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Un reciente estudio ha revelado un aumento preocupante en los casos de gonorrea resistente a los medicamentos en China, una situación que podría tener implicaciones globales. Investigadores chinos informan que la prevalencia de cepas de Neisseria gonorrhoeae resistentes a la ceftriaxona, el tratamiento de primera línea, ha alcanzado el 8.1% en 2022, casi el triple de la tasa del 2.9% en 2017.

La resistencia a la ceftriaxona y otros antibióticos es alarmante, ya que las opciones de tratamiento alternativas son limitadas y, en muchos casos, ineficaces.

Las cepas resistentes han mostrado prevalencias de hasta el 97.6% contra otros antibióticos, dependiendo del tipo.

Este incremento en la resistencia antibiótica no solo representa un desafío para la salud pública en China, sino que también es una señal de advertencia para el resto del mundo. La gonorrea no tratada puede llevar a complicaciones graves, especialmente en mujeres, incluyendo la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).

Los expertos enfatizan la necesidad de una vigilancia más rigurosa y colaboración internacional para monitorear y controlar la propagación de estas cepas resistentes. Con más de 82 millones de nuevos casos de gonorrea al año a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud, la amenaza de una pandemia de gonorrea resistente a los medicamentos es una posibilidad real y preocupante.

A.P